A quienes les gusta caminar sin mirar el piso les tenemos el plan: pégate un paseíto por los museos de Colombia. Diversos como el patrimonio nacional
Hay espacios que te llaman a caminar diferente. Te piden que te muevas despacio, que abras más los ojos, que te detengas a observar sus paredes. Por momentos, te interrumpen el andar con objetos en sus pasillos, puestos ahí intencionalmente para tropezar. Son edificios construidos o adecuados con formas o colores llamativos. Si son disimulados por fuera, lo que contienen adentro es más curioso o estremecedor que lo que alcanza a captar la vista. Hablo de casas con puertas abiertas para ser visitadas por turistas y habitantes. Se encuentran en todo el mundo y siempre tienen un porqué detrás de su construcción. En esta ocasión me referiré a las nuestras, que, por lo menos, una vez en la vida vale la pena recorrerlas. Por aquí unas letras dedicadas a los museos de Colombia.
¿De dónde salieron los museos?
Como es sabido, a los seres humanos nos gusta inventar, sacar provecho de las invenciones y recibir reconocimiento por ellas. Después de un buen tiempo de andar en esas, las sociedades antiguas comenzaron a preguntarse qué hacían con las cosas ya inventadas. No solo objetos, ¿a dónde iban a parar los textos, las obras de arte, los descubrimientos científicos? ¿Cuál podía ser un lugar destinado para el estudio y la fabricación de todos esos hallazgos?
Pues cómo te parece que a los griegos les pareció buena idea armar un edificio para eso y le llamaron Mouseîon. Le pusieron así por ser el “lugar consagrado a las musas”[1], que también usaron como espacio de estudio. Con el paso de los siglos la idea gustó y se quedó hasta llegar a nuestros días. Cada pueblo fue haciendo su propia versión de lo que entendía por museo hasta que pegó la idea en Colombia.
Historia de los museos en Colombia
Por aquí todo inició el 28 de julio de 1823. Apenas 13 años después de haber proclamado la independencia de la corona española, fue fundado por Ley el Museo Nacional de Colombia. De cárcel a museo, una reinvención necesaria y fascinante para recorrerlo. Se trasteó muchas veces hasta encontrar su residencia actual en el Panóptico, antigua Penitenciaría Central de Cundinamarca. En adelante, comenzó una seguidilla de museos departamentales, como el de Antioquia, en 1881.
Desde entonces, gracias a los esfuerzos de quienes estudian estos espacios y los objetos que los pueden habitar, nuestro patrimonio ha sido resguardado y protegido. Aunque «La identidad no es una pieza de museo, quietecita en la vitrina, sino la siempre asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día». Tan poético como certero Eduardo Galeano. Más allá de no definir quiénes somos, los museos de Colombia sí han hecho frente al saqueo continuo de nuestros tesoros. Y lo seguirán haciendo siempre que entendamos la cultura como muchas formas en las que estamos vivos y nos representamos. Además de todo, de paso nos han hecho el favor de dar alternativas de turismo y de regalos chéveres.
Museos imprescindibles en Colombia
Siempre será una selección arriesgada y subjetiva marcar los que sí y los que no. Así que vamos a iniciar con recomendaciones para que visites los más renombrados en Bogotá:
- Museo del oro. El más dorado y cuidador del patrimonio que no nos atracaron. Existe desde 1939 con el propósito de proteger nuestro patrimonio arqueológico. Visitarlo es barato: $5.000 y gratis los domingos. Es un programa de una tarde entera si te quieres perder en la filigrana de las piezas fabricadas en oro.
- Museo nacional de Colombia. El más antiguo y con la versión oficial de la historia. Las exposiciones permanentes del museo olvidan el país más allá de su versión centralista. Recientemente ha buscado acercarse un poco más de aquellos que nos escapamos al centro. Visitarlo es barato: $2.000, gratis los miércoles de 3:00 a 5:00 p.m. y el último domingo del mes. A veces la tarde se queda corta para recorrerlo, por lo que sugerimos tenis y ropa cómoda.
- Museo Botero. El más robusto, propone una manzana cultural. El Banco de la República de Colombia ha creado un circuito museístico y cultural en el corazón de la Candelaria, en Bogotá. Puedes recorrer este museo, el MAMU, la Casa de la moneda y la Biblioteca Luis Ángel Arango de forma gratuita.
Ilustración del Museo del oro en Bogotá
Museos imperdibles de Cali y Medellín
- Museo La Tertulia. El de más flow, incluye hasta cinemateca con una programación 1A. Bien caleño, oís. Existe desde 1965 y ha procurado ir más allá del recinto cerrado, expandiéndose hasta su jardín. Visitarlo es un aporte a la resistencia que hace ante las dificultades de la financiación: $17.000. El programa que te armes va a depender de las exposiciones que haya.
- Museo de Antioquia. El más cercano a la gente y que tiene plaza propia, más paisa que la arepa. Acogió el concepto clásico de Mouseîon y ofrece espacios de formación, así como la vivencia del museo más allá del recinto cerrado. Su sostenimiento también apuesta por la contribución de los visitantes: $16.000, y es gratuito para quienes vivimos en estratos 1, 2 y 3.
Ilustración del Museo de Antioquia en Medellín
Cultura y arte en los museos colombianos
Además de custodiar el patrimonio material, los museos resguardan nuestros legados inmateriales. Ellos contienen historias de la fiesta, la naturaleza o la literatura. Así que, cuando tengas chance, pásate por el Museo del carnaval de Barranquilla o el Museo del Carnaval de Negros y Blancos de Pasto. Si tienes ganas de conocer Colombia de sur a norte, navega la arteria fluvial más importante del país en el Museo del río Magdalena. Para reconocer a nuestro nobel y andar por espacios menos visitados date una rodadita por la Casa Museo Gabriel García Márquez, en Aracataca. Y, finalmente, Cali bella que tiene siempre la agenda cultural copada, te ofrece a Caliwood y al Museo de la salsa. Todos, son museos con exposiciones únicas
En la tierra del olvido también sabemos que cuidar la memoria es un ejercicio que debe ser practicado a diario. Dejemos de lado las construcciones fallidas y ofensivas, y centrémonos en iniciativas para aplaudir de pie que hablan sobre el conflicto armado en Colombia. Para reconocerte en la historia de la violencia, te invitamos a visitar Fragmentos, espacio de arte y memoria, en Bogotá. Puedes seguirle la pista donde esté El Testigo. Agarra un poquito de calor en Barrancabermeja y ve a la Casa de la memoria y los derechos humanos de las mujeres. Estos espacios y memorias, además de relatar los intentos de superación de nuestro pueblo, son museos con exposiciones únicas en Colombia.
Postales y recuerdos de museos colombianos
La salida es por la tienda de regalos, así que siempre que puedas llevarte alguna bobadita ayudas a artistas colombianos y emprendimientos como el nuestro. Es más, te dejamos aquí recomendados para que nos encuentres y puedas llevar una pieza de Bogotá Chirriada a tu casa. Visita el MAMBO, siempre tiene unas exposiciones que te descolocan y una tienda con objetos variados para todos los presupuestos. En la misma onda de instalaciones artísticas vivas y que saltan de la pared está el MAMM. En él puedes conocer la obra de Débora Arango, la señora del billete de $2.000, una crack del arte en Colombia.
De los proyectos de arte contemporáneo a los museos históricos: la Quinta de Bolívar es una casa para viajar en el tiempo. Ha procurado un contacto con su público a través de talleres y recorridos guiados gratuitos con la vista preciosa de los cerros que la rodean. Por el mismo camino se encuentra el Museo de la Independencia, ubicado en el corazón de la capital. Hace parte del circuito de museos que venden souvenirs en Colombia. Al tiempo que está en la manzana tradicional de la Candelaria, complementado con la Catedral, la Puerta Falsa y la Plaza de Bolívar. Después de eso, cualquier plancito por la Bogotá inédita pega muy bien.
¿Y el futuro de los museos de Colombia?
Nuestros lectores saben que por aquí tratamos de seleccionarles lo mejor de lo mejor. También son testigos de nuestra defensa de la belleza inagotable del país y que, como la vida misma, no todo es color de rosa. Gracias al rastreo de la información para escribir este artículo fue posible confirmar los problemas de financiación que atraviesan nuestros museos. Como una especie en riesgo está el sostenimiento de los proyectos culturales y museísticos de la nación. No fue posible encontrar datos sobre la fundación de museos de Colombia y la articulación de ellos para rastrear su estado. Conocimos la desaparición y la agonía de algunos, y lo contemplamos con preocupación.
Los museos cumplen la función de preservar, exhibir y difundir la historia y patrimonio cultural propio y de la humanidad. Exhiben las postales de identidad de un país y del mundo. La defensa de ellos se hace con inversión del Estado, que también somos tú y yo. Sí, más le vale al Ministerio de Cultura meterse la mano al dril y cuidar nuestro legado. Pero también más nos vale a nosotros hacerlo valer y recorrerlos para que no digan que nadie los visita. Déjate llevar al turismo cultural en Colombia, no es perjudicial para la salud. Que el plancito de este finde sea caminar hasta que duelan los pies mientras te pierdes entre colores y objetos. Con tanta cosa buena por ver, no queda más que salir de casa.
[1] Cuando tengas dudas de dónde viene o qué significa cualquier palabra en español busca aquí: https://dle.rae.es/museo
Escritora: Laura Campo