De tanta pantalla corre el riesgo de olvidar garabatear a mano. Si los síntomas persisten, tenemos el remedio. Anote la receta en cuadernos con hojas de puntos
El presente artículo fue escrito a mano sobre hojas punteadas durante las fiestas del Solsticio de verano y San Juan. Las letras salieron a 30°C en el patio de una casita de Vila Nova de Gaia, en Portugal. Ese ejercicio, el de recordarnos cuándo escribimos algo para que quede estampado en la memoria, parece estar en vía de extinción. Más amenazada aún tiende a verse nuestra letra sobre el papel. De alguna manera, la identidad caligráfica, o nuestra huella dactilar en letras, ha pasado a ser Times New Roman o Arial. De a poco se ha desvanecido el dibujo de nuestra escritura en tinta. Con el cuidado que requiere todo lo que nos hace únicos, los cuadernos con hojas de puntos llegan para asegurar que no olvidemos escribir.
¿Cómo usar cuadernos punteados?
El miedo que puede producir la hoja en blanco, que delata siempre el comienzo de una aventura se ve menos solitario cuando cruzamos los puntos. Además de no aterrarnos con el vacío, porque ya hay algo en el papel, los puntitos sustituyen las líneas para reconocer el camino de las palabras. Si este cuaderno no fuera escrito con letras sino con dibujos, los puntos marcan un camino ideal de los trazos. ¿Recuerda los matachitos que aparecían incompletos en las páginas de historietas de los periódicos? Esos que tocaba completar uniendo puntos para formar la figura. Bueno, así puede usarlos también sobre páginas que ilustran la cultura colombiana.
Son geniales como cuadernos para lettering, o sea, para dibujar letras y hacer moldes de escritura con sello propio. En la misma onda, se puede hacer un bullet journal en hojas de puntos. Eso viene siendo una agendita para la organización personal. Un sistema bien conocido por nuestros abuelitos, que tenían el cuaderno para llevar las cuentas al día. Este no es muy diferente, pero le puede encimar planificación de días, poner recordatorios, listas de tareas o pensamientos sueltos. Puede ser el regalo más apetecido para cualquier ocasión.
Dicen los que saben que escribir a mano nos ayuda a recordar, a entrenar la memoria. Un escritor que conocí un día decía que le funcionaba llevar tres cuadernos de bolsillo para notas. En el primero escribía pensamientos sueltos del día a día y en el segundo anotaba de citas de libros. El último era dedicado a títulos e ideas para sus libros.
Ventajas de los cuadernos con hojas de puntos
Como le decía, un gran beneficio que da nuestras bitácoras es el equilibrio entre estructura y libertad creativa. Puede usar las páginas para el orden de sus asuntos cotidianos, pero lo puede expandir a sus dibujos o, mejor aún, a su journaling creativo. El holandés volador le puede responder qué es mejor que yo, pero resumiré que es un diario de viajes, así no salga de casa. La idea es que documente su vida en letras, que haga su propio libro de experiencias y lo decore con cositas significativas.
Le puede pegar el tiquete que compró para ir a ver al ser amado o la entrada del cine de la película que le hizo llorar. También se puede combinar con lettering, la envoltura del dulce que más le gusta, cualquier cosa que encuentre memorable y desee conservar. Y le tengo una más: la organización con cuadernos punteados puede guardarle sus propósitos de año. Esos que anotó y que va a anotar el 31 antes de que lleguen las 12 como la promesa propia para el año nuevo.
Anímese a relatarse sobre el papel
Todo lo dicho lo puede hacer en cada uno de los tipos de cuadernos de Bogotá Chirriada. Nuestra idea ha sido crear páginas que mezclen formato, estilo e identidad. Fiel a esto hemos desarrollado cuadernos sustentables ilustrados en papel ecológico de caña de azúcar. Entendemos que la creatividad de quien escribe y dibuja exige calidad para el soporte que usa, por eso hacemos bitácoras con diseños únicos. Además de las ilustraciones que representan nuestro sabor, ofrecemos bitácoras de bolsillo, medianas y grandes en papeles blancos y punteados.
Saben nuestros lectores de nuestra pasión por todo lo hecho a mano, la estética, la funcionalidad y de origen colombiano. Escribir a mano sobre cuadernos con hojas de puntos es, entonces, manufacturado, bello, útil y auténtico. Mírese con amor en sus letras, en unos años la nostalgia y sus recuerdos agradecerán el presente que les hizo.
Escritora: Laura Campo